
Trabajadora Social
Una trabajadora social es una profesional con formación universitaria en Trabajo Social idóneo. Debe tener una profunda empatía y capacidad para relacionarse con personas en situaciones difíciles.
Es esencial poseer habilidades de comunicación efectiva, capacidad de escucha activa y resolución de problemas. La trabajadora social debe estar comprometida con la justicia social, tener un enfoque ético sólido y estar dispuesta a trabajar en colaboración con otros profesionales y comunidades.
Educación:
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Título universitario en Trabajo Social con idoneidad.
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Conocimientos en políticas sociales, intervención comunitaria y gestión de casos.
Funciones:
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Evaluación Social: Realizar evaluaciones integrales de las necesidades sociales, emocionales y económicas de individuos, familias y comunidades.
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Elaboración de Planes de Intervención: Diseñar y ejecutar planes de intervención personalizados para mejorar la calidad de vida de los clientes, incluyendo acceso a servicios sociales, asistencia psicológica, apoyo educativo, entre otros.
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Apoyo Psicosocial: Brindar orientación emocional y apoyo psicológico a individuos y grupos en situaciones de crisis, abuso, violencia doméstica, entre otros.
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Coordinación de Recursos: Facilitar el acceso a recursos comunitarios, como programas de vivienda, empleo, salud mental y servicios de salud.
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Defensa de Derechos: Abogar por los derechos de los clientes y grupos vulnerables, promoviendo la inclusión social y la igualdad de oportunidades.
Actitudes:
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Capacidad para comprender y sentir las emociones y experiencias de los demás.
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Compromiso con la confidencialidad, la justicia social y el respeto a la diversidad cultural.
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Habilidad para escuchar y entender las necesidades individuales y comunitarias.
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Capacidad para ajustarse a diferentes contextos y necesidades cambiantes.
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Colaboración efectiva con otros profesionales de ayuda social y servicios relacionados.